La evolución del Packaging
La innovación en el packaging es vital para vender, según se ha puesto de manifiesto en la pasada feria del sector Hispack 2018, celebrada recientemente en Barcelona. La combinación entre el logotipo del establecimiento, la funcionalidad y la sostenibilidad son las razones que podrán influir en la descisión de la compra del cliente.
El packaging en su definición más estricta vendría a ser la ciencia, el arte y la tecnología de inclusión o protección de productos para la distribución, el almacenamiento, la venta, y el empleo del producto. Un buen packaging es quizás el elemento que hace más perdurable la imagen de marca de un determinado producto. Entonces el pequeño comercio debe potenciar al máximo el packaging como un aliado a mejorar e incrementar las ventas. Aspectos como la funcionalidad y un diseño atractivo son esenciales para que el packaging se convierta en un valioso añadido al producto final.
El neuromarketing nos puede ayudar a potenciar nuestro packaging. Por ejemplo a través del olfato. Hay una serie de productos en los que el olor es clave para definir si se compra o no. Hablamos de champús, geles de baño, ambientadores; pero sobre todo de ciertos productos alimentarios.
El olor es capaz de transportarnos a un mundo de sensaciones placenteras que aumentan el valor, siendo la clave de la decisión de compra del cliente.
También, si el packaging es atractivo, el comerciante puede convertir estos elementos en algo que el consumidor no sólo lo lleva a casa por necesidad, sino que quiere conservarlo, aunque no lo necesite. Existen muchas tiendas donde las bolsas están tan conseguidas, que los propios clientes las piden. De hecho, las bolsas de tela personalizadas son uno de los regalos corporativos más relevantes.